Primera versión en Rebelión el 23 de octubre de 2018

Los autores principales y coordinadores de este libro son un ingeniero y activista ecologista (Ercan Ayboga), una antropóloga feminista (Anja Flach) y un historiador (Michael Knapp), y han contado con la participación de muchas otras personas, indicándose en cada capítulo el nombre de su autor. Su objetivo con Revolución en Rojava, publicado en Alemania en 2015 y en versión española dos años más tarde por Descontrol y la plataforma de solidaridad con el pueblo kurdo Azadi, que se encargó también de la traducción, es presentar una aproximación a la historia reciente del Turkestán sirio (Rojava) con énfasis en el papel de las mujeres en la revolución que allí se está desarrollando. Para ello dispusieron de la información recopilada en dos viajes a la región realizados en 2014 y 2015-2016, en los que tuvieron la posibilidad de recorrerla y entrevistar a centenares de personas sobre el terreno.

Los kurdos se consideran descendientes de los antiguos medos y representan unos 40 millones de personas en todo el mundo, de los que aproximadamente la mitad viven en Turquía, unos 8,4 millones en Irán, 5,6 en Irak y 3 en Siria. Hablan varios dialectos, bastante diferenciados, pertenecientes a la rama iraní de las lenguas indoeuropeas, y mayoritariamente son musulmanes (sunitas sobre todo), aunque existe una importante minoría de yazidíes (en torno a un millón), que profesan una religión sincretista con influencias zorastrianas; la mayoría de éstos viven en el Kurdistán iraquí (Bashur).

Esta región fue la primera visitada por los autores. Aquí los kurdos disfrutan en la actualidad de un gobierno autónomo, y la economía depende de los ingresos del petróleo, que benefician sobre todo a una red clientelar ligada a los partidos gobernantes; aparte de eso, la actividad productiva es muy limitada, y se restringe esencialmente a un boom de la construcción. La llegada a Rojava supuso para ellos el acceso a un universo distinto, un lugar donde se vive en la estela de una intensa y exitosa transformación social. ¿Cómo fue ésta posible?

Historia de una revolución

El libro presenta un pormenorizado repaso de la geografía e historia de los cantones en que se divide Rojava, que son de oeste a este: Afrîn, Kobanî y Cizîrê, los tres en el extremo norte de Siria y lindando, lidiando deberíamos decir, con Turquía; Cizîrê, el mayor y más diverso étnicamente, también tiene frontera con Irak. El régimen Ba’ath sirio se caracterizó desde su acceso al poder en los años 60 por la represión de la minoría kurda que habitaba en Rojava y en las grandes ciudades, como Damasco y Alepo. Esto no fue óbice para que durante muchos años colaborara y diera cobijo a los militantes del PKK (Partido de los trabajadores del Kurdistán), que desde su fundación en 1978 luchaba por la liberación del Kurdistán turco (Bakur). La implementación en Siria de políticas neoliberales a partir de los años 90 supuso un empobrecimiento de las clases populares en todo el país y propició las protestas que, aprovechadas por las potencias extranjeras interesadas en un cambio de régimen (EEUU-Israel, Arabia Saudí y Europa), desencadenaron la guerra civil siria en 2011.

El movimiento kurdo estaba luchando por la democratización de Siria en ese momento, pero cuando las movilizaciones degeneraron en un conflicto armado en el que la oposición al Ba’ath estaba liderada por fundamentalistas, optó por una “tercera vía”, que implicaba no colaborar con ninguno de los contendientes. Su lema era: “¿Autodefensa? Sí. ¿Guerra? No”. En 2012, los tres cantones de Rojava fueron liberados del régimen de Damasco sin apenas resistencia ni derramamiento de sangre y una autoorganización clandestina de comunas y consejos populares, dotada de unas fuerzas de defensa (YPG), tomó el control de la situación. Toda esta estructura se describe en detalle en el libro. En enero de 2014, Rojava proclamó su autonomía, y ese mismo año una parte importante de su territorio fue ocupado por el Dáesh, pero se consiguió su liberación el año siguiente. El criminal embargo impuesto por Turquía e Irak, sobre todo a partir de 2016, supuso otro duro golpe, especialmente por la dificultad de acceder a medicamentos y material sanitario.

Mención aparte merece la historia de la comunidad kurda de Alepo. Aquí la resistencia también fue organizada eficientemente en la etapa anterior a la guerra. Después, durante ésta, la población tuvo que soportar, a pesar de su decretada neutralidad, ataques de todas las partes contendientes, que obligaron a la evacuación hacia Rojava (Afrîn principalmente) de casi medio millón de personas en la primavera de 2013. A partir de 2017 ha comenzado el regreso y la reconstrucción de los barrios.

Estructura de una revolución

La obra se extiende en la descripción de la organización de la que se dotan los territorios liberados, que supone un modelo de democracia, tolerancia y colaboración interétnica que puede servir para todo Oriente Medio. Sus bases se encuentran en la propuesta del PKK y su ideólogo y líder Abdullah Öcalan, que tras una etapa defendiendo el centralismo democrático marxista-leninista, ha pasado en la actualidad a plantear un confederalismo con democracia directa y consejista en todos los niveles e instancias de la sociedad. Este modelo sigue la tradición libertaria y lo propuesto por teóricos como Rosa Luxemburg o Murray Bookchin, y deja al lado la idea del estado-nación regido verticalmente, aceptando como natural y básica la diversidad, que debe gestionarse democráticamente.

Las mujeres han tenido un papel esencial en la revolución, y la estructura adoptada pone gran énfasis en la igualdad de derechos entre los sexos, que habida cuenta de la historia de la región, supone un logro más que encomiable. Éste se fundamenta en el trabajo de Öcalan durante sus años en el país, en los que promovía activamente la concienciación y organización de las mujeres. El libro aporta un análisis de la difícil labor que realizan actualmente los comités de éstas para extender la educación y formación, y luchar contra perniciosos hábitos seculares. Al mismo tiempo, un sistema de coliderazgo obliga a la presencia de mujeres en todos los escalones de la administración y tribunales.

La estructura organizativa parte de la comuna como unidad basal y se desarrolla luego en consejos de barrio o aldeas, consejos de distrito y, como elemento integrador, el consejo popular del oeste del Kurdistán. Todos los partidos kurdos participan en el sistema y a partir de 2012 se ha hecho un esfuerzo por extenderlo a las poblaciones árabe y siríaca de Rojava, lo que resulta ser el principal reto pendiente en este momento. Un punto importante para preservar la salud democrática del proceso es garantizar el papel fundamental de la comuna como piedra angular de éste. Los peligros de delegar funciones hacia representantes, por más que éstos sean elegidos democráticamente, no deben ser desdeñados y la solución pasa siempre por involucrar al mayor número posible de personas en el trabajo de base. Se trata, en fin, de estructurar la sociedad para que pueda regirse tras abolir la máquina represiva del estado.

Respecto a la organización de la economía, hay que decir que Rojava tiene una rica agricultura y dispone de reservas de petróleo y gas. Tras la revolución, los consejos pasaron a controlar los precios con el fin de evitar la especulación, y empresas, talleres, tiendas y cooperativas se coordinan para negociar las condiciones de trabajo y asegurar la solidaridad. En el futuro se pretende la transición a una estructura de cooperativas a las que se asignan las tierras expropiadas al estado o grandes propietarios. El reto es no tolerar actividades que degradan el entorno ni ceder a los cantos de sirena del capitalismo, basado sólo en lucro y explotación, tendiendo a una economía socializada donde las necesidades y la producción sean gestionadas de forma democrática y con un respeto riguroso al medio ambiente y la biodiversidad. La educación, como siempre, es fundamental para avanzar en todas estas direcciones.

La obra aborda en detalle todos los aspectos de la organización de la sociedad civil: seguridad, justicia, transporte y suministros, arte y cultura, sanidad, educación, asistencia a los familiares de las víctimas, problemas de la juventud, etc., así como del funcionamiento de las milicias, sin apenas armamento pesado y diseñadas para una guerra de guerrillas típica, en la que el conocimiento del terreno da una ventaja considerable. La eficacia mostrada en la defensa del país ha provocado un incremento en los alistamientos de árabes y siríacos, sin que falten tampoco los de extranjeros que acuden a luchar por algo tan milagroso en este tiempo como una revolución auténtica y exitosa. Aunque en las YPG actuaban mujeres, fue en 2013 cuando se crearon unas específicas fuerzas de defensa femeninas (YPJ), que participan en los combates. Las milicianas entrevistadas resaltan su orgullo de haber conquistado el derecho a defender su país, algo que definen como “salir de una cárcel”.

Contexto y expectativas

Las ideas de organización social que han sido desarrolladas en Rojava se tratan de implementar también, en la medida de lo posible, en el Kurdistán turco (Bakur), aunque aquí la brutal represión estatal hace que el camino esté erizado de dificultades. Por otra parte, la obra nos ilustra sobre la connivencia con los yihadistas que asuelan la región de los gobiernos de Arabia Saudí, Turquía, las potencias occidentales y más ocasionalmente del Kurdistán autónomo iraquí, constituidos todos en un eje sunita en el que, sin embargo, se aprecian rivalidades y tensiones, por ejemplo entre Qatar-Turquía-Hermanos Musulmanes por un lado y Arabia Saudí por otro. Los combatientes del Dáesh resultan ser, según los testimonios recogidos, bombas humanas drogadas y alienadas con mentiras insensatas; algunos capturados comentaban que creían estar luchando contra Israel. Evidentemente, hay mucha inteligencia detrás de tanta estupidez, y todos sabemos por dónde debe andar su fuente.

El libro, detallado, riguroso y enriquecido con notas, fotografías, mapas y glosarios, describe la historia de la revolución de Rojava y nos trae con ello un rayo de esperanza en este tiempo tan oscuro. Descubrimos en él como en un lugar del planeta arrasado por una violencia exógena asociada a la dinámica del imperialismo y a la depredación capitalista ha sido posible poner en marcha, con éxito hasta el momento, una propuesta de organización que desafía las coordenadas estatales y las bases de la acumulación de capital, con comunidades gestionadas en democracia directa, empeñadas en desarrollar una economía socializada y que superan de forma sorprendente las barreras de género que existían secularmente.

El objetivo planteado ahora mismo en la región consiste sobre todo en consolidar las conquistas, reconstruir el país e impulsar la economía. Para ello, la solidaridad internacional resultará imprescindible. En este sentido, hay que tener en cuenta que a pesar de la relevancia de sus logros, el poco peso demográfico de Rojava y el endiablado contexto en que se encuentra exigen una atención especial. Esta revolución es un desafío intolerable para todos los actores geoestratégicos implicados allí en este momento, y por ello es importante enfatizar los peligros que enfrenta.